Oscura Noche
No suelo despertar durante la noche, duermo (como luego
dicen) como bebé recién alimentado. Soy una persona a la que me pesa mucho el sueño; una vez cerrados mis ojos el mundo desaparece de mi alrededor. Nunca había tenido sueños, mucho menos llegaban
pesadillas a mí, puede sonar un poco raro y tal vez se pregunten ¿Puede haber
alguien que no sueñe? Tal vez yo soy la prueba de que sípuede pasar así.
Cuando era niño mis amigos y amigas hablaban
de sus sueños, muchos lo hacían emocionados y yo tenía qué inventar lo que fuera para no ser "el extraño niño que no soñaba". Sentía que de alguna forma no encajaba y que yo era el único que no podía concebir ninguna sola imagen en mi cabeza al dormir; todo eso siempre me asustó demasiado.
Llegó el momento en que a mis 13 años me resigné que jamás tendría un sueño y
que no tenía nada de malo, a fin de cuentas no moriría, simplemente no soñaría y listo.
Pero entonces sucedió:
Me encontraba en un jardín lleno de rosas rojas,
rosas, amarillas y azules. Árboles gigantes alrededor, manzanos y duraznos enraizados
por todo aquel jardín; un pasto muy verde, humedecido siempre gracias a un río
de agua cristalina que cruzaba por todo el bello campo; de Este a Oeste. Algunos
animales se divisaban a lo lejos corriendo libres, comiendo o sólo andando sin preocupación alguna. Yo estaba en paz, sereno y despreocupado,
hasta que una sombra se comenzó a apoderar de todo lo que mis ojos alcanzaban a ver.
Conforme la negrura avanzaba hacía a mí, la naturaleza a la que cubría a su paso se
marchitaba y moría rápidamente. Mi impresión fue tal que cerré mis ojos agachando mi cabeza y al abrirlos desperté en mi habitación.
Durante mucho tiempo luego de esas imagenes deseé volver a experimentarlo pero fue imposible; dejé de tener sueños nuevamente. Cuando volví a soñar después de casi un año la misma escena se presentó; los mismos árboles,
animales, flores, el mismo rio, y nuevamente esa negra
y muy tenebrosa sombra, asesinando todo a su paso. Por segunda ocasión desperté
antes de que llegara a mí. No sabía si volver a tener la misma escena en un sueño por 2 ocasiones era normal, pero sabía que había algo extraño.
Durante los 5 años siguientes esas imágenes volvieron a mi
cabeza una y otra vez ¡yo al fin estaba soñando!, pero me di cuenta de algo muy
importante: siempre ocurría cuando el reloj marcaba la misma hora: 3:40 am. Investigué con doctores, psicólogos
e incluso brujos. Busqué personas que pudieran ayudarme a saber qué era lo que
pasaba conmigo o mi mente, pero nadie supo darme una respuesta.
Durante los 7 años próximos la escena se volvía a repetir una y otra vez, justo a la misma hora ¿Que cómo sé lo de la hora? Porque al despertarme el reloj colgado al pie de mi cama siempre marcaba la misma hora.
Hace un par de días se cumplieron 8 años de haber comenzado a tener esa visión, que más que eso, ya
se había convertido en una pesadilla para mí. Siempre quise saber si trataba de
comunicarme algo; una noticia, una premonición o simple imaginación.
Desesperado por saber qué ocurría, decidí que una noche no dormiría hasta que el reloj marcará la hora clave; me quedé acostado con los ojos abiertos, viendo hacía
el techo, buscando ocupar mi mente en todo para no dormir, pero mis párpados no
dieron para más y luego de algunos minutos me dormí. Desperté y vi mi reloj, el
cual marcaba las 3:40 am exactamente, pero había algo diferente; la pesadilla ahora no se presentó, no al menos que yo recordara. Aquello me hizo dar un suspiro de
satisfacción y alegría, aunque en el fondo me preocupaba el no saber por qué
desperté a la hora exacta.
Desde unas semanas atrás el farol que se encontraba fuera
de mi casarstaba fallando, causando que la luz emitida por el mismo pareciera una
intermitente al ritmo del reloj. Ese brillo blancuzco proveniente del
exterior, que atravesaba mis cortinas, iluminaba mi habitación casi en su totalidad.
El sonido de las manecillas colgadas cerca de mi puerta marcaban la marcha que
aquel resplandor seguía con sus apagones, Tic Tac, Tic Tac, hablaban las agujas; Tic Tac, Tic
Tac, bailaba el farol. Jugueteando dentro de mi habitación yo me convertí en el
espectador del show que ofrecían. Pero en un segundo el show fue
interrumpido, y la función detenida. El reloj no marchó más, mientras que el farol no iluminó tampoco.
El cuarto se inundó por la oscuridad de esa noche. Volteé a mi reloj y éste, extrañamente,
seguía marcando las 3:40 am, algo que me desconcertó, pero a lo que dejé de
tomar importancia cuando una sombra, más negra que el infinito de la oscuridad, se comenzó a expandir por toda la habitación, hasta lograr dejarme “nadando” en la interminable tenebrosidad. Incluso mi cama, aunque aún la sentía, desapareció de mi vista.
Después de un par de minutos (o eso creía yo), la tiniebla me consumió, cegando mis ojos por completo.
Desperté un par de días más tarde en la cama de un
hospital. Creí que aquello había sido una terrible pesadilla, pero fue más que
eso. Algo me tomó por la fuerza y me consumió, llevándome a un viaje muy largo.
Lo único de lo que estoy seguro es que éste no es mi
hogar; no es la realidad que yo conozco. Ellos no son mis padres y la verdad es
que dudo mucho que al menos sean humanos…
Comentarios
Publicar un comentario